sexta-feira, 11 de fevereiro de 2011

A Berlim 1989 dos árabes

Por Javier Valenzuela, no El País.
Ha sido duro, muy duro, y hermoso, muy hermoso. El pueblo egipcio, liderado por su ciberjuventud democrática, ha dado al mundo una inmensa lección de claridad de ideas, valentía y tenacidad. La inmensa multitud de la plaza de Tahrir, jóvenes y mayores, de clase media y pobres de solemnidad, hombres y mujeres, cristianos y musulmanes, insistía en la salida del autócrata Mubarak antes de contemplar siquiera la posibilidad de una transición a la democracia más o menos negociada entre el régimen y la oposición, y tenía toda la razón del mundo. Nada de lo que se le prometiera tenía el menor viso de credibilidad si seguía en el trono un faraón convertido en momia, un cadáver político testarudamente aferrado al cargo.

Mubarak se acaba de ir . El pueblo le ha ganado el pulso. Anoche Mubarak aún insistía en quedarse, en aguantar hasta septiembre, en liderar en persona la transición. Era un disparate monumental, por mucho que le apoyaran los halcones israelíes, otros déspotas árabes, los elementos más conservadores del establishment norteamericano y la pusilanimidad de los dirigentes europeos. Era un despropósito porque el pueblo de Tahrir no se iba a ir, no iba a abandonar el combate. Al contrario, iba a redoblarlo, aún más decepcionado y frustrado, con el refuerzo, además, de otros cientos de miles de egipcios en este viernes de las plegarias en las mezquitas. En los últimos días su lema venía a ser éste: "Si el rais es testarudo en su empeño en aferrarse al poder, más lo somos nosotros".

¿Cómo podían contenerse las riadas humanas que hoy han ocupado las calles de las principales ciudades egipcias? Sólo una matanza de proporciones descomunales, una matanza nunca vista en vivo y en directo en la historia de la humanidad, podía intentar contener hoy al movimiento egipcio, y aún así era improbable que consiguiera su objetivo. La salida en falso de anoche de Mubarak no tenía el menor futuro.

A partir del momento en que el Ejército egipcio, la institución más prestigiosa del país y de la que han salido los presidentes Nasser, Sadat y Mubarak, se había negado a disparar contra las masas, afirmando incluso que comprendía y aprobaba sus motivaciones, la revolución democrática egipcia ya estaba en vías de ganar. Ahora acaba de conseguir su primer objetivo directo: la salida del autócrata. Y es momento para el regocijo. De los egipcios, los pueblos árabes y todos los demócratas del planeta.

Tahrir significa en árabe "liberación". Y para la gente que ha hecho de esa plaza el corazón palpitante de la lucha por la libertad, de lo primero que cabía liberarse era de ese general de rostro pétreo que ha gobernado el valle del Nilo con mano de hierro durante más de treinta años. Ya habrá tiempo para discutir si Omar Suleiman es o no el hombre de la transición; si es, como todo lo indica, el Arias Navarro de Egipto o si puede dar la sorpresa y ser el Adolfo Suárez. Para insistir en la necesidad de un gobierno de concentración en el que los demócratas desempeñen un papel relevante y que aborde las tareas de elaborar una nueva constitución y preparar unas elecciones libres. Para analizar los méritos y las posibilidades de personalidades alternativas como El Baradei o Amr Mussa. Y hasta para especular sobre el destino de los Hermanos Musulmanes.

Acaba de triunfar la primera, y decisiva, fase de una revolución democrática. La humanidad no había vivido nada semejante desde la caída del Muro de Berlín y la disolución del imperio soviético. Y es que esta primavera de los pueblos árabes tiene poco o nada que ver con Teherán 1979. Sólo cabe entroncarla en Berlín 1989. Es la historia en movimiento, es, en plena crisis económica, el regreso al primer plano de la política internacional de la lucha contra las dictaduras y por la democracia y los derechos humanos.

Ya son dos los autócratas árabes caídos, el tunecino Ben Ali y el egipcio Mubarak, en esta revolución democrática árabe que arrambla con tantos estúpidos prejuicios occidentales, como ese que afirma que lo árabe y lo musulmán son intrínsecamente incompatibles con la democracia. Que demuestra que las cautelas gubernamentales en Occidente no son sólo cobardes traiciones a los principios y valores democráticos, sino también fruto de la pereza intelectual, de no haber hecho los deberes, de no haberse enterado de que el gran protagonista del mundo árabe en este siglo XXI no son los islamistas, sino los jóvenes, esos más de 100 millones de jóvenes árabes que desean libertad, dignidad y justicia.

Y ahora, ¿quieren saber cuál es el próximo autócrata árabe que podría ser derrocado como resultado de una revolución popular? La respuesta es fácil: mire donde pasaron sus vacaciones de Navidad los ministros del Gobierno de Sarkozy.

La broma circula estos días en Francia a propósito del bochornoso hecho de la ministra Alliot-Marie pasara, gratis total, sus vacaciones en el Túnez de Ben Alí y el primer ministro Fillon, con la misma agencia de viajes, en el Egipto de Mubarak.

Y es que esto no ha terminado. El próximo día 12 hay convocada una jornada de protesta en Argelia, el 17 en Libia y el 20 en Marruecos.

quinta-feira, 10 de fevereiro de 2011

Mubarak subiu no telhado


Festança na Praça da Libertação, no Cairo.

Linda cidade. Estive lá em 1989.

Linda festa democrática.

(A foto foi chupada da edição digital do El País, o melhor jornal do mundo)

terça-feira, 8 de fevereiro de 2011

Planos de Saúde, nós e o SUS

Reportagem da Folha de S. Paulo, em sua edição de hoje, denuncia que os planos de saúde estão enviando os segurados ao SUS para retirar remédios ou passar por procedimentos caros. Segundo a Agência Nacional de Saúde, a prática é irregular. Óbvio que é irregular, ANS!!!!

Foi o que aconteceu comigo. Ferido em acidente doméstico (não, minha mulher não me deu uma garrafada na cabeça), fui atendido na madrugada de domingo no Hospital Ônix, de Curitiba, pertencente à Clinipam, com a qual mantenho meu plano de saúde. Na hora de aplicar a antitetânica, a doutorinha preencheu uma guia informal e me encaminhou a uma unidade de saúde da Prefeitura.

Domingo à noite fui à unidade do Boa Vista. O atendimento foi educado, eficiente e rápido.

Pois a Prefeitura deveria cobrar da Clinipam as doses de vacina prescritas para o meu caso.

É o que tentarei promover.

segunda-feira, 7 de fevereiro de 2011

Mazza, 80 anos


Quando o Mazza tinha 67 anos, tiramos esta foto na frente da sucursal curitibana da Folha, na rua Mauá. A nave-mãe, Folha de Londrina, completava 50 anos e nós, em Curitiba, tocávamos a recém-nascida Folha do Paraná, que não deu certo por motivos conhecidos por quem está na imagem. O Mazza é o do meio do grupo que está agachado. Eu, ainda cabeludo, estou de pé, um pouco à esquerda, de camisa branca, com as mãos postas sobre os ombros da Vânia Casado (de branco), hoje na Agência Estadual de Notícias, e da Lu Marcúria (de preto), atualmente na MC Comunicação.
Uma lágrima pelo diagramador e amigo Adyr Zandoná (no fundo, à esquerda, de camisa branca e gravata), morto semana passada, e outra pelo Chiquinho Camargo, à época auxiliar do laboratório fotográfico e depois fotógrafo dos bons, que contratei no ICI. Chico nos deixou em dezembro de 2008.

El País explica o que ocorre no Mundo Árabe

Veja o infográfico em http://www.elpais.com/especial/revueltas-en-el-mundo-arabe/

JAVIER VALENZUELA

En su discurso televisado de la noche del 1 de febrero de 2011, Barack Obama demostró haber comprendido perfectamente que la historia, si la entendemos como el progreso de la humanidad hacia mayores cotas de libertad y justicia, se ha puesto súbitamente a galopar en el mundo árabe. Dijo Obama: “En los últimos días, la pasión y la dignidad que han demostrado los ciudadanos de Egipto han sido una inspiración para todos los pueblos del mundo, incluido el de Estados Unidos, y para todos los que creen en que la libertad humana es inevitable”. Aludía a las repetidas concentraciones de cientos de miles de egipcios en la céntrica plaza cairota de Tahrir para reclamar la salida del dictador Mubarak y la llegada de la democracia al valle del Nilo.

El inmenso Tahrir se había convertido ese 1 de febrero en el corazón palpitante de una lucha por el pan, la libertad y la dignidad en el mundo árabe comenzada semanas atrás con la inmolación del joven tunecino Mohamed Bouazizi, al que la policía había incautado el carrito de verduras con el que se buscaba la vida. La revolución del jazmín tunecina ya había conseguido derrocar al dictador Ben Ali y abrir en ese país una transición a la democracia. Y pronto, muy pronto, el fuego encendido por Bouazizi había prendido en un norte de África reseco de despotismo, corrupción, escaso desarrollo económico y tremendas desigualdades sociales. Las llamas cercaban al egipcio Mubarak, que, para intentar apagarlas, anunciaba ese día que no volvería a presentarse a las elecciones tras más de treinta años de monopolizar el poder.

Para sorpresa de todos aquellos que apostaban por la inmovilidad fatal de la “umma” árabe, Argelia, Yemen, Jordania eran asimismo escenarios de protestas, y sus gobernantes se apresuraban, atemorizados, a cambiar gabinetes y prometer reformas.

El fuego encendido por Bouazizi prendió en un norte de África reseco de despotismo, corrupción, escaso desarrollo económico y tremendas desigualdades
Desde el Atlántico al Golfo Pérsico, el mundo árabe es, sin duda, muy complejo y plural. Y no obstante, como señala Eugene Rogan, ese universo sorprende por la existencia de profundos elementos de identidad común. No solo relacionados con la historia, la lengua, la cultura o la religión, sino de palpitante actualidad.

Al fracaso generalizado de sus elites políticas y económicas para incorporar sus países a la modernidad, se añade la existencia en todos ellos de poblaciones masivamente juveniles. Niños, adolescentes y chavales constituyen la mitad o hasta las dos terceras partes de sus habitantes. Ya habitan en ciudades, ya tienen algún tipo de estudios y, sobre todo, saben lo que pasa en el mundo gracias a la televisión, los teléfonos móviles e Internet. Su vitalismo, sus ganas de tener lo mínimo de lo que disponen las gentes de la ribera septentrional del Mediterráneo, contrasta explosivamente con la frustración de sus tristes existencias.

El polvorín tenía que estallar tarde o temprano. Lo está haciendo en 2011 y en un sentido más próximo a lo que ocurrió en los años ochenta en la Europa del Este que a cualquier otra cosa. Hastiadas del falso dilema entre autocracia y teocracia en el que quieren encerrarlas tantos sus gobernantes como el cinismo de la realpolitik occidental, esas juventudes quieren democracia.

Una cosa es que los intereses geopolíticos estadounidenses tal vez no le permitan a Obama apostar tan a fondo como él quisiera por esta revolución democrática árabe que se entronca en la tradición de la norteamericana y la francesa. Y otra, muy distinta, es que no sepa que estamos ante un nuevo reparto de cartas en el norte de África y Oriente Próximo. Lo dejó claro el 1 de febrero al afirmar: “Defendemos los valores universales, incluidos los derechos del pueblo egipcio a la libertad de reunión, la libertad de expresión y la libertad de acceso a la información”. Donde Obama dijo “egipcio” podía haber dicho “árabe”.

O olhar de Capitu - 15.ª parte de um romance imensurável

Quem, quem? Destarte, a amarela corda estica e puxa e nada, nada como já se disse. Qual, qual a poesia provocaria o vagabundo inconseqüente, sob trema já natimorto e programado? A rima, a rima, responderia o endereço, o pássaro empedernido, luzidio aeroplano a caminhar sob as azaleias e os cabedais. O professor, mais e mais, sucumbe à impressora, compromete-se diante do secular argumento do equino e do sulino. Minhocas? Flores? Iniciativas?

Anderson Silva detona Belfort



A tal luta do século não deu pra saída. Anderson aplicou um mae geri jodan (chute alto frontal, que se aprende no karate desde a faixa branca), que disse lhe ter sido ensinado por Steven Seagal, que pra quem não sabe é faixa preta 7.º grau de aikido. Seagal foi o primeiro estrangeiro a ter academia de aikido em Tóquio.

O chute, quando pega, é fatal.

Agora, Anderson - que mandou uma saudação especial pra Curitiba - deve subir de categoria pra pegar o Maurício Shogum. Clássico curitibano no UFC.

Código de Hamurábi

120. Se alguém armazenar cereais por segurança na casa de outrém e danos acontecerem durante a estocagem, ou se o proprietário da casa usar parte dos cereais, ou se especialmente ele negar que os cereais estão armazenados consigo, então o proprietário dos grãos deverá reclamar os cereais ante aos deuses (sob juramento), e o proprietário da casa deverá pagar pelos grãos que tomou para si.
121. Se alguém armazenar cereais na casa de outrém, ele deverá pagar pela armazenagem na taxa de um gur para cada cinco ka de cereais ao ano.