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El Gobierno de Raúl Castro ha comenzado a acercar a los primeros prisioneros de conciencia a cárceles en sus provincias de residencia. Fuentes del arzobispado de La Habana confirmaron que el Gobierno les ha comunicado oficialmente el traslado de seis presos políticos de los penales de máxima seguridad donde cumplen sentencia. Según la disidencia, estos movimientos podrían ser el preludio de otras medidas, como la hospitalización de los presos enfermos o la excarcelación de algunos de ellos, según lo acordado por las autoridades con la Iglesia Católica como parte de un "proceso" para mejorar la situación de los presos.
Los movimientos de los presos llegan dos semanas después del encuentro de Raúl Castro con el cardenal Jaime Ortega . La semana pasada circularon numerosos rumores sobre la inminencia de las medidas del Gobierno, pero al final quedaron en nada. Ayer, la Iglesia salió al paso con un comunicado que pretende aclarar dudas para siempre: "ante las especulaciones generadas en los últimos días en relación con este proceso, les comunico que toda información fidedigna al respecto será generada o confirmada exclusivamente por una fuente del Arzobispado de La Habana".
Según la disidencia, todavía es pronto para saber el alcance de lo que está sucediendo. "Ojalá sea un paso para seguir subiendo escalones, pues la situación de los presos es desastrosa", dijo la opositora Martha Beatriz Roque. La información fue confusa durante toda la tarde, hasta que apareció el comunicado de la Iglesia.
Los beneficiados por la medida, todos miembros del Grupo de los 75, son: Felix Navarro (condenado a 25 años) y Antonio Díaz (sancionado a 20 años, que estaban en la prisión de Canaleta, en la provincia de Ciego de Ávila, y fueron conducidos, respectivamente, a cárceles en Matanzas y La Habana, donde viven sus familias. Diosdado González (condenado a 20 años), que estaba en Pinar del Río, fue trasladado a la cárcel de Aguica, en Matanzas. De igual modo, José Luís García Paneque, fue trasladado de la provincia Granma a Las Tunas; Iván Hernández carrillo, de Villa Clara a Matanzas; y Arnaldo Ramos Lauzerique, de Sancti Spíritus a Ciudad de La Habana. Éste último se encuentra enfermo y podría ser uno de los hospitalizados en los próximos días.
Según el activista de los derechos humanos Elizardo Sánchez, entre 15 y 17 opositores podrían beneficiarse de las medidas de acercamiento de los presos de conciencia a sus lugares de residencia. Alrededor de 26 están enfermos y podrían ser hospitalizados en breve. Según fuentes disidentes, en Cuba hay alrededor de 200 presos políticos, de los cuales 53 son miembros del denominado Grupo de los 75 y son considerados por Amnistía Internacional como prisioneros de conciencia.
El mes pasado, la Iglesia inició una inédita gestión mediadora ante el Gobierno para conseguir la mejora de la situación de los presos y su excarcelación. También abogó, con éxito, para que cesaran los actos de repudio a las Damas de Blanco.
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